Pocos artistas actuales podrían demostrar que han actuado en Francia, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Rusia, Uruguay, Chile, Venezuela, México, Cuba, EE..UU., Checoslovaquia, Asustria, Suecia, Egipto, India, Japón, China, Filipinas e Italia. En todas esas naciones trabajó como figura Antonia Mercé “La Argentina” (foto), inolvidable “diosa de la danza española” nacida en Buenos Aires en el año 1890 (de ahí su nombre profesional) y criada en España, pues era hija de bailarines españoles. Bailaba y tocaba las castañuelas de manera magistral. En consecuencia, sus actuaciones se contaban por éxitos. Muchas colegas trataron de copiar su estilo al interpretar mediante el baile la música de nuestros clásicos (Granados, Albéniz, Falla, etc.), pero ninguna logró ni siquiera igualarla. Tenía, para elegir, cincuenta elegantísimos y originales trajes de escena. Sus presentaciones en Francia fueron muy especiales. De hecho recibió la Orden de la Legión de Honor y el destino decidió que falleciera en aquel país, donde fue enterrada. Dicho todo esto no resulta difícil imaginar el enorme acontecimiento que constituyó verla anunciada en el Teatro del Gran Casino Sardinero en el mes de julio del año 1918. Nadie se quería perder la actuación en Santander de “La Argentina”, como simbolizaron la cola formada para adquirir las localidades y los llenos de cada función. Desde el primer instante que pisó el escenario recibió, vía aplausos, la admiración del público, mantenida hasta el último segundo que permaneció bajo la luz de los focos.
