Querido Rafael Castillejo:
¡Qué solos nos has dejado a tus numerosos amigos y admiradores! ¿Quién nos hablará ahora con tanto cariño como tú del pasado que nos hizo felices? ¿Quién glosará los tebeos y la audacia del Capitán Trueno y de Tarzán? ¿Quién evocará las películas en blanco y negro con las que se desbordaba nuestra fantasía en los cines? ¿Quién rescatará de la memoria las tardes en el Circo Atlas, la mantequilla elaborada con la nata de la leche, los buenos modales o Bonanza? ¿Quién nos ayudará a huír, esbozando una sonrisa nostálgica, del vacío presente? En tu ausencia, ¿quién ejercerá tan magistralmente de guía sentimental? Gracias por tanto. Por tu desván de recuerdos, auténtico tesoro de Internet. Por tu defensa de lo que merece la pena. Por tu ejemplo humano. Cuídanos a todos desde el cielo. Recibe entre las nubes mi abrazo terrenal emocionado y pleno de tristeza sin consuelo. Descansa en Paz.
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IMAGEN – Con motivo de su visita a Santander, Rafael y yo nos hicimos esta foto en el monumento a los payasos “Hermanos Tonetti”. Nos fotografió su esposa. Para ella y su familia, mi más sentido pésame.