Cuando dejábamos la puerta abierta


Antiguamente se dejaba abierta la puerta de casa desde primera hora de la mañana. Solo se cerraba por la noche, para ir a dormir. Y nadie entraba a robar. También se pasaba, cada dos por tres, a las casas de los vecinos. Escribo sobre ello en mi nuevo artículo evocador para www.cantabriadmoda.com, canal de tendencias de El Diario Montañés, en la sección “Lo que el tiempo se llevó”.