La lección nunca aprendida


Pasan los siglos, siguen las guerras. Mis ojos vieron en Bosnia hace años las terroríficas consecuencias de una. Retorna ahora a Europa el drama. De nuevo los féretros, los refugiados, las lágrimas sin consuelo, los destinos rotos, el dolor y la impotencia en bucle ante la angustiosa realidad. Esta vez, en Ucrania. ¿Y mañana? La paz en la Tierra es, lo sentencian los hechos, sinónimo de utopía. ¿Por qué? ¿Hasta cuándo? Las preguntas sin respuesta son, una vez más, infinitas.