Recuerdo artístico / Francisco Sanz

“Espectáculo Sanz. Compañía de actores mecánicos. Sanz, espectáculo maravilloso. ¿Son hombres o muñecos?”, decía uno de los carteles que anunciaban el impresionante show de ventriloquia de Francisco Sanz Baldoví (Anna, 1871/ Valencia, 1919) en el que aparecían fotografiados el artista y varios de sus asombrosos colegas de gira (en la foto le vemos junto a uno). Con aquellos muñecos de gran tamaño creaba una sorprendente función de variedades. Los éxitos del valenciano Sanz –que, además, tocaba de maravilla la guitarra- se sucedieron no sólo en España sino también en América. Anunciar su presencia en cualquier teatro significaba garantizar el lleno y la admiración del público. Pudo comprobarse en Santander en el mes de junio del año 1914. Fue la estrella de una serie de funciones en el “Salón Pradera”, que colgaba a diario en taquilla el cartel “agotadas las localidades”. Apoyado en unos diálogos ingeniosos y en su extraordinaria capacidad para modular voces y manejar los muñecos articulados, causaba sensación. Legaría para la posteridad un tesoro de incalculable valor: el documental en el que explica la construcción y mecanismo de sus personajes, titulado “Sanz y el secreto de su arte”. Cada muñeco (nacido de la suma de los talentos del propio Sanz, Lorenzo Mataix y Francisco Bovi) era un prodigio de movimientos y expresiones. En suma, de auténtica “vida”.