Recuerdo artístico / Ramón Peña

En el animado mes de julio del año 1920 que se disfrutaba en Santander, referente turístico nacional, una de las principales propuestas artísticas era la actuación en el Teatro del Gran Casino Sardinero del afamado actor cómico Ramón Peña. Se llenaba a diario para verle al frente de su prestigiosa compañía representando obras divertidísimas. Hay que subrayar que Ramón fue también director y autor de libretos teatrales. Es decir, un polifacético profesional del espectáculo que gozaba de la admiración del público en toda España. Alcanzó tal popularidad que incluso el pintor Joaquín Sorolla le hizo uno de sus magistrales retratos al óleo, en el que posa con traje gris, y algunas empresas le contrataron como reclamo para que anunciara sus productos (en la foto adjunta vemos un ejemplo). El malagueño Ramón Peña se convirtió por méritos propios, éxito tras éxito, en una de las personalidades de la historia del teatro español. Y además, en diversos géneros. Ni la comedia, ni la zarzuela, ni la opereta, ni la revista, ni nada que se desarrollara sobre un escenario tuvieron nunca secretos para él. Dedicó la vida con pasión a lo que más le gustaba: el teatro. Su huella es imperecedera.