Recuerdo artístico / Ramper

Uno de los payasos y caricatos más inconfundibles de la historia del mundo del espectáculo en nuestro país fue Ramón Álvarez Escudero. O sea, “Ramper”. Su original maquillaje, traje de color rojo, el singular enfoque de sus parodias/chistes y las cualidades acrobáticas que exhibía le convirtieron en una estrella tanto de las pistas circenses como de los teatros, donde se presentaba con frecuencia. Un ejemplo lo tuvimos en Santander en junio del año 1932. Los carteles anunciaban su presencia, al frente de una magnífica compañía de variedades, en el Teatro Gran Cinema. No defraudó a ninguno de los espectadores que llenaron el local para verle. “Ramper” garantizaba las carcajadas, la diversión total. Tuve la suerte de conocer a su alter ego, “Chanini”, otro excelente artista, que desarrollaba con fidelidad sus parodias y equilibrios. Conviene subrayar que en los inicios artísticos con su hermano Perico, formando una pareja acrobática cómica de primer nivel, ya había actuado con éxito Ramón Álvarez Escudero en la capital cántabra. Fue en el Teatro del Gran Casino Sardinero en octubre de 1917. Por desgracia, un fatal accidente acabaría tempranamente con la vida de su querido hermano y haciendo de tripas corazón reemprendió en solitario la carrera profesional manteniendo el nombre artístico, derivado de la unión del inicio de sus nombres: Ram y Per. Inolvidable y genial “Ramper”, que en la imagen adjunta se nos muestra real y maquillado.