UNA INVITACIÓN A DESCUBRIR LO BELLO DE LO ANTIGUO. Graziella Galán, trapecista bien conocida en Santander por su labor en el Circo Quimera, es artista del espectáculo circense “Vetus Venustas”, que acaba de triunfar en Madrid.

Dice Paul Auster que necesitamos que nos cuenten historias. “Vetus Venustas” es de las que se quedan en nuestra alma para apaciguar y alegrar nuestro camino. La obra es un espejo en el que se miran los artistas jóvenes Christian Padilla y Iara Gueller; y los veteranos: Graziella Galán, Miguel Ángel Fernández “Tinga” y Peter Panero. Como ocurre en: el aro entre Iara y Graziella; el juego con la maza de Peter y Christian; el número aéreo de Iara y Graziella; los olímpicos jóvenes y veteranos; Tinga y Christian ante el espejo… Además la magnífica cantante Celeste Alías y los músicos, Nacho López y Tanja Haupt generan una atmósfera cálida. Mientras que la escenografía de Uli Weigel transforma la pista en el interior de una nave que cobija historias, enseres y artistas de circo en desuso. Todo ello con la dirección de Leandro Mendoza, sensible catalizador de la energía positiva que se recibe en las butacas. Su cuerpo técnico lo completan: el dramaturgo Joan Arque, la productora Geraldine Sakuda, la diseñadora de luces Anna Boix, la coreógrafa Mónica Alsina y el editor audiovisual Erol Lleri.

La representación tiene ingredientes de documental, cada artista desgrana su pasado a la vez que aporta su especialidad. La brasileña Iara realiza con toda la fuerza de su juventud tanto el aro como el paso aéreo, de familia de artistas se formó en los campos de la danza y el circo. El ecuatoriano sonriente Christian, realiza una catarsis en la que percibimos la transformación del dolor del pasado en la belleza de su poesía visual con los malabares. El suizo Peter Panero, preparado en la escuela de Dimitri en el Ticino, nos evocó la Strada felliniana en un momento personal en el cual cambió su trabajo como perchista de éxito por el escapismo más intimista en las calles. “Tinga” protagoniza al Juanito Moreno, el augusto tierno que nos gustaría llevarnos a casa tras la función; interpreta con sencillez, ternura y excelentes resultados el papel humorístico de la representación, irradia simpatía y ganas de vivir. La polifacética y tenue Graziella Galán, que recibirá próximamente la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes, destila su arte y buen estado de forma en el trapecio, que culmina con vuelo pendida de los empeines; su monólogo es un florilegio de candor: maestra de los niños del circo, su amistad con la elefanta Francis, bailarina del añorado carablanca Luis Raluy…

La versión de los músicos y la cantante de “Volver a los 17” acompaña el número de troupe final. Momento de gran delicadeza y emoción entre el público. Todos los artistas se dan cuenta que ayudándose los de diferentes países, los de distintas edades pueden conseguir hacer algo bellísimo, resultado de la suma de todas sus cualidades exponenciadas. Este hallazgo les lleva a salir de la nave a la vida, a las plazas y los circos, para mostrar lo mucho que son capaces de crear. Este circo es un espejo entre lo joven y lo veterano, entre lo viejo y lo nuevo, una invitación a que contemplemos a las gentes mayores que nosotros reconociéndonos en ellas. “Vetus Venustas” nos desvela que la vida puede ser plena hasta el último instante.

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TEXTO: FRANCISCO MARTÍN MEDRANO

FOTO: ARCHIVO DE LA COMPAÑÍA

Espectáculo presenciado en el “Circo Price” de Madrid el sábado 28 de octubre del año 2023 (función: 8 de la tarde).